jueves, abril 08, 2010

Garitas Inseguras



El instituto vasco de seguridad y salud laborales -Osalan-, ha emitido un informe sobre la situación de los puestos de vigilancias en los que trabaja la Ertzaintza en las prisiones vascas y ha ordenado que se realicen una serie de cambios en las garitas ante la falta, por ejemplo, de zonas seguras donde cargar y descargar las armas o la necesidad de evitar las temperaturas extremas que en ocasiones se registran en esos puestos de trabajo.


El origen de este informe es una queja oficial del sindicato mayoritario de la Ertzaintza, Erne, ante la situación «deplorable» en la que se encontraban, según su denuncia, las garitas de las prisiones de Basauri, Nanclares de la Oca y Martutene. En el escrito de la central se afirmaba que los cristales blindados se sujetaban con silicona, existían filtraciones y goteras y las condiciones higiénicas eran mínimas. De la misma forma, Erne explicó a la Inspección de Trabajo que uno de los problemas de estos puestos de vigilancia era que, al llegar a cero grados, la calefacción se desconectaba.


En el informe de Osalan se destaca de manera especial el problema de las temperaturas extremas en las que deben realizar su trabajo los agentes por los errores técnicos existentes en las garitas. En el reglamento básico sobre las disposiciones de salud laboral se indica que, en los lugares de trabajo cerrados, donde se realicen labores sedentarias, la temperatura deberá estar comprendida entre los 17 y los 27 grados. Ante la dificultad técnica de respetar estas condiciones, los inspectores proponen que se instalen servicios de aire acondicionado en las garitas.
Otro de los aspectos que se tratan en el informe es la ausencia de un área denominada 'zona fría', en la que los agentes puedan cargar y descargar las armas en condiciones de seguridad para evitar accidentes. Los inspectores recomiendan habilitar en las dependencias de prisiones un lugar con las garantías necesarias para poder manipular las armas con el menor riesgo posible para los ertzainas.


En el análisis de Osalan también se detalla que realizó las visitas de inspección, en concreto en la prisión de Basauri, en el mes de marzo de este año. La denuncia de Erne se había presentado en noviembre, lo que supone que algunas de las deficiencias denunciadas ya se habían corregido. En este sentido, la central había protestado por la falta de limpieza y los inspectores indican que ese problema se había solventado. De la misma forma, Osalan destaca que otros errores detectados por el sindicato policial como la falta de sillas ergonómicas o las goteras también se habían reparado.


Transferencias


En el escrito de Osalan se menciona también la situación legal de estas garitas, que pese a ser un puesto de trabajo de la Policía vasca, dependen de Instituciones Penitenciarias, gestionadas por el Ministerio de Interior. En los últimos años, esta doble gestión ha supuesto, según la central, que las quejas por la falta de seguridad en las garitas se hayan diluido.
La Ertzaintza asumió la vigilancia de las prisiones en 1993, a raíz de un acuerdo entre el entonces Ministro de Interior, José Luis Corcuera, y el consejero Juan María Atutxa. La competencia sobre prisiones no ha sido transferida desde Madrid y tampoco forma parte de las prioridades del Ejecutivo presidido por Patxi López.

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