¿Dónde están los sindicalistas de clase?
Tras dos meses de huelga los Funcionarios de justicia han podido ver lo que son los que se llaman así mismos sindicatos de clase los hemos visto más preocupados por resolver los problemas del gobierno, que es quien ha creado los actuales problemas que padece la justicia española, y de lavar la cara de su ministro de justicia, hombre prepotente, que debía considerar denigrante para su persona sentarse a negociar con los legítimos representantes de los Trabajadores, y con una gestión al frente del Ministerio de Justicia que roza lo irracional, que en defender los legítimos intereses de los trabajadores y solucionar la desigualdad salarial de sus Funcionarios, que tenían un desfase de más de 200 €, si los comparamos con los emolumentos de los Funcionarios transferidos a las Comunidades Autónomas, que realizan exactamente su mismo trabajo.
Estos sindicatos, mal llamados de clase, incumplieron sus compromisos con los trabajadores, cuando el gobierno les llamo al orden, desacreditaron a sus propias bases y corrieron a plasmar su firma y a hacerse la foto con el Ministro, rompieron la plataforma sindical y se echaron a los brazos de la administración, a la que tanto deben por su inyección de euros en pago a la deuda histórica.
Tras dos meses de huelga los Funcionarios de justicia han podido ver lo que son los que se llaman así mismos sindicatos de clase los hemos visto más preocupados por resolver los problemas del gobierno, que es quien ha creado los actuales problemas que padece la justicia española, y de lavar la cara de su ministro de justicia, hombre prepotente, que debía considerar denigrante para su persona sentarse a negociar con los legítimos representantes de los Trabajadores, y con una gestión al frente del Ministerio de Justicia que roza lo irracional, que en defender los legítimos intereses de los trabajadores y solucionar la desigualdad salarial de sus Funcionarios, que tenían un desfase de más de 200 €, si los comparamos con los emolumentos de los Funcionarios transferidos a las Comunidades Autónomas, que realizan exactamente su mismo trabajo.
Estos sindicatos, mal llamados de clase, incumplieron sus compromisos con los trabajadores, cuando el gobierno les llamo al orden, desacreditaron a sus propias bases y corrieron a plasmar su firma y a hacerse la foto con el Ministro, rompieron la plataforma sindical y se echaron a los brazos de la administración, a la que tanto deben por su inyección de euros en pago a la deuda histórica.
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